Cuadernillos de viajes de Luhema.
La mirada puesta en  la ciudad más grande del oriente próximo.Imagen

El Cairo, la también llamada   Al-Qahira, “la fuerte, la victoriosa” la madre de todas las ciudades  y la ciudad de los mil minaretes, ha sufrido muchos embates e invasiones desde todos los tiempos y ahora de nuevo envuelta en una lucha, lucha que otra parte quiere erradicar el extremismo, y parece que no va con nosotros, que nos pilla demasiado lejos, que son países en los que siempre se ha estado en guerra desde los inicios de los tiempos, pero yo no puedo dejar de lado lo que está sucediendo ahora mismo en un lugar al que amo con todo mi corazón como son las tierras de Kemet. Sé que os he contado muchas cosas sobre este país, sobre la gran metrópolis y la gran necrópolis del Cairo, y me duele en el alma tener que escribir  de Egipto cuando está en pleno conflicto, porque hay mucho dolor, lágrimas y sangre derramada  de  los hijos de Egipto.

Este verano no he podido ir a el Cairo como los anteriores, pero hace muy poquitos días  recibí noticias de Abdul, me comentaba hablando del tema, que es insostenible la situación, que la realidad que están viviendo es muy dolorosa, que las noticias que nos llegan a nosotros, los occidentales, son confusas, y que lo único que quiere la gran mayoría del pueblo egipcio es vivir en libertad y en armonía,   coptos y  musulmanes, porque eso es Egipto.Imagen

Todos sabemos que  los turistas  por miedo a estar en un país en pleno conflicto, han ido cambiando su preferencia de destino vacacional -cultural y poco a poco  y desde que comenzó   la revolución egipcia de 2011  con la caída y el fin del régimen de Hosni Mubarak hasta ahora, ha disminuido. El turismo es una de las fuentes de riqueza del país, muchas personas viven de ello, así que aparte de todos los problemas añadidos de corte político y religioso que se están dando, tenemos ahora mismo el grave conflicto entre los Hermanos Musulmanes que apoyan al expresidente Mohamed Morsi , los miembros de las fuerzas de seguridad y los egipcios más aperturistas que no quieren ese modelo islamista, sino  libertad,  justicia social y  una buena economía que asegure el pan a su pueblo.  Y no voy a entrar más ni en política ni en contar quienes son los hermanos musulmanes y su trayectoria  porque  podéis  documentaros por muchos medios…, además este apartado para el que escribo se titula “Cuadernillos de viaje de Luhema” y no periodismo político- social, y ante todo y aunque me siento en la necesidad moral y ética de exponer mi punto de vista sobre esto que está pasando ahora, se trata de contaros bajo mi visón los lugares que he visitado,  así que como dije, sin dejar de lado todo esto que está sucediendo voy a narrar lo que siento y me ha transmitido la familia  egipcia.

Me cuentan que nunca han visto los templos  de Luxor , de Karnak, de  Edfú, la meseta de Giza tan solitarios, raramente se ven turistas… ,cuando hace tan sólo unos años atrás visitaban el país cerca de diez millones de turistas al año. Nada más de pensarlo me dan escalofríos, me invade una sensación extraña, no me imagino caminar por la sala hipóstila del templo de Karnak escuchando mis propias pisadas y siendo observada por todos los grabados que allí están desde hace muchísimo tiempo, creo que tiene su romanticismo, claro que sí, y   poder visitar todos los monumentos sin el agobio de los turistas debe ser una experiencia  única, porque seguro que a poco que estés receptivo les encuentras  un matiz distinto ,  y seguro que te estremeces aún más viendo el simbolismo y los jeroglíficos , pero como digo, al mismo tiempo no puedo concebir en estos tiempos Egipto sin turistas,   y aparte me produce profunda tristeza, porque me lleva de vuelta a lo que está sucediendo. Me imagino por poner un ejemplo cómo lo estará pasando  la familia Hamed que tiene muy cerquita de la meseta de Giza su taller de artesanía, o la familia que tiene su tienda de perfumes o de fabricación de papiros sin apenas visitas, sin compradores ávidos de encontrar la mejor estatuilla de Ramsés II, el perfume de “arenas del desierto”, o “loto”, o el papiro más sorprendente repleto de oro y azul lapislázuli.  Al igual que no me puedo imaginar los cafetines  cercanos al  gran bazar de Khan el Khalili  y la tienda de Jordi sin turistas, por ejemplo.
Y del Nilo qué…, el río de la vida apenas transitado por las motonaves, por las falucas…, debe ser muy extraño y me viene a la mente muchísima gente conocida que seguro lo estará pasando mal, por ejemplo los vendedores ambulantes  del  Nilo que se acercan con sus barquitas de madera jugándose la vida, llamándote a gritos, para lanzarte desde abajo sus manteles, sus  galabillas, toallas, pañuelos … para venderlos a  los turistas que están en la cubierta del barco .Me apena, la verdad. 

Los conflictos afectan  a las personas, a su supervivencia y bienestar y eso es lo primero y más importante a tener en cuenta, pero quiero recordaos que  también afecta al arte, a los museos y monumentos que merecen existir en una eternidad para que no se pierda el saber ancestral. Un conflicto político-social afecta también a las excavaciones y a la cuna del saber. Me vienen a la memoria La Biblioteca de Alejandría y el museo Mallawi, en fin… Ojala se pueda encontrar pronto una salida a todo esto.
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Y Bueno, sé que para muchos, y esto es debido a los atentados; muchos de ellos de “bandera falsa”, o a lo que reflejan muchos medios de comunicación, prensa y demás de dudosa reputación…, que para ellos, los árabes son como poco unos salvajes o descerebrados, terroristas, fanáticos, machistas  y poco sociables. Pero hay de todo, como en todos lados y países, señores. Ellos ahora están luchando por sus derechos y me parece muy loable, muchos de nosotros también tendríamos que hacer lo mismo en nuestro país,  y no estoy haciendo apología de nada, sino que esta situación de engaños y crisis económica que estamos viviendo en la vieja Europa es insostenible por más tiempo.

Un detalle: Seguro que no sabíais de este acto. Una cadena humana de musulmanes ha hecho piña alrededor de una iglesia Copta para protegerla de los ataques Islamistas… ¡esto es Egipto! señores, o por lo menos el Egipto que yo llevo en mi corazón. Y como este acto hay muchos otros, historias de personas anónimas, como tú o como yo, con hijos pequeños, con adolescentes que no pueden seguir con sus estudios, con personas  que están viviendo y defendiendo los derechos básicos del ser humano para desarrollarse  en  una democracia de verdad. Hay muchos más detalles que conmueven y que lamentablemente no llega a conocer la gran mayoría de gente.
Deseo pronto volver a escribir sobre este país desde otra perspectiva, Inshallah (Si Dios quiere)

©Luhema.
Artículo para la revista digital Letras Y Algo Más del mes de septiembre.

 

 

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