LUZ-AMOR PARA EGIPTO.
Aunque normalmente no suelo hablar de estos temas, no puedo pasar por alto lo que está aconteciendo durante estas últimas semanas en los países de oriente medio y del norte de África. Lo cierto es que esta re-evolución que comenzó por parte de los más jóvenes está siendo apoyada por personas de todas las edades, por hombres y mujeres conscientes que dejan a un lado el miedo. Y me pregunto, ¿por qué ahora…? Claro, todo tiene su momento, y es que no paramos de decir que la Tierra está vibrando de diferente forma, que está haciendo limpieza y nosotros también estamos limpiando de densidad aquello que nos parece injusto.
Me da que pensar que tienen mucho que ver las emanaciones solares, y la posición de los astros en todo lo que está sucediendo. Nuestro campo magnético se debilita y eso nos afecta emocional y mentalmente y los astros indican siempre un movimiento especial en acciones y actitudes que hace que reaccionemos, limpiemos y liberemos lo que nos oprime.
Esto es cíclico y es así y siempre lo será. Siempre se ha dicho que Egipto es el reflejo de aquello que sucede en el cielo y como bien dice Enrique de Vicente, se está librando una batalla entre el bien y el mal, así que me uno a su petición de enviar luz al Nilo, a Giza, a todo Egipto ya que es allí el foco y polvorín de lo que pueda suceder y reflejarnos a “todos”. Y es desde este país que la luz-amor enviada se proyectará hacia todos los puntos cardinales de la Tierra, por que el corazón y el pálpito se encuentran en las tierras de Kemet. Aparte de esto, yo pediría que ese acto consciente de amor y luz se haga de una manera especial, y es importante… Siempre hemos dicho hay que enviar luz…, pero esto hay que entenderlo bien, o mejor, explicar como hacerlo. No se puede enviar luz así como así, ya que la luz es luz y alimenta a las dos polaridades. El envío de luz no significa que llegue amor y desde luego es el amor el que todo lo puede.
Este trabajo consciente, este acto de amor es un trabajo de alto grado en lo referente a la filosofía hermética de iniciación, que tiene gran poder y requiere de un compromiso consigo mismo de responsabilidad de pensamientos y de sentimientos libres de cualquier carga de juicio, de ego y de intereses. Es un trabajo de introspección, de meditación, para seguidamente conectar con nuestro ser sagrado, libre y unido al “todo” desde el ser sagrado que somos, desde la unidad, para trabajar conjuntamente con el cosmos y con las entidades angélicas de luz, pidiendo su ayuda y colaboración para que la luz-amor llegue. Pero primero hay que sentirlo, or-de-nar-lo y proyectarlo y ahora sí, envolver con esta luz-amor al pueblo egipcio en su deseo de liberación y prosperidad.
ARTÍCULO DE LUHEMA.
También pienso que las emanaciones solares tienen mucho que ver en los recientes acontecimientos de todo tipo en nuestra Tierra.
La antigua civilización egipcia y su cosmogonía solar, fue finalmente vilipendiada y tal vez ahora haya llegado el momento del re-nacimiento del nuevo ser humano en la Tierra.