LA NAVIDAD, EL NACIMIENTO DEL SOL.

 

Ganadoror del Concurso cuento y Ensayo Breve sobre la Navidad de la revista nº12 de MANDALA LITERARIA

 

 

LA NAVIDAD, EL NACIMIENTO DEL SOL.

La verdad, me cuesta mucho hablar de este tema, “La mejor manera de vivir la Navidad”  se dice siempre, que la Navidad  es un período de paz, amor, fraternidad, alegría,  pero ¿y las demás épocas del año, para que nos las dejamos…? ¿Y las demás culturas, aquellas que no celebran la Navidad por que sus creencias son otras, esas no tienen tiempo de paz y amor?, pero a mí el cuerpo me pide sinceridad, sí, sinceridad amigos, de una vez  por todas. Seguro que es tiempo de ilusión, y lo será para muchas personas, para los niños por los regalos, para las familias que se reúnen una vez al año, que no hace daño, según dice el refrán,  aunque francamente  hay que rasgarse los velos  para poder ver qué hay tras ese período navideño.  No quiero ir contra nadie que sea creyente de la fe católica, tiene toda la libertad del mundo para celebrar el período navideño. Ni tampoco contra aquellos que siguen la corriente navideña y lo celebran por que sí, sin más y porque toca.

En mi familia también se celebra la Navidad, pero ahora me he sincerado conmigo  misma y con mi entorno, y ese sí que ha sido un acto reflexivo de amor  por parte de  la gente más cercana a mí. Me ha costado que me entendieran, pero al final y cuando hay sinceridad todo se soluciona y tengo que decir que no tengo nada de atea, pero no comulgo con muchas de las cosas que se dan por sentadas por la religión.  Mis sentimientos son mucho más profundos y he descartado por completo unirme a las celebraciones y a este tipo de fiestas, soy rebelde pero con causa…

Sinceramente, hagamos memoria de  porqué celebramos este período.

Al igual que  se celebra el solsticio de verano, ahora celebramos el solsticio de invierno en el hemisferio norte. En la antigüedad existía una tradición de los países nórdicos, celtas, vikingos …, y  era la celebración de una fiesta llamada  YULE donde se adornaban unos troncos con cintas de colores y ramas, símbolo de la “Vía Láctea” iluminada por los astros; con ello festejaban el recogimiento en el hogar y que a partir de esa fecha el día comenzaba a crecer en luminosidad y la noche se hacía más corta, o sea, celebraban LA NAVIDAD, nacimiento del Sol.

 Al contrario que seis meses más tarde, en el solsticio de verano, se ensalzaban los mismos fuegos pero al disfrute del sol y del exterior. ¿Os habíais dado cuenta que  siempre cada celebración tiene un significado marcado por las estrellas?

El nacimiento de Jesús que relata el evangelio de Mateo, es el corazón del ciclo festivo del solsticio de invierno, que se extiende hasta el cinco de enero.

El papa Julio I fijó la fiesta de la navidad en el día 25 de diciembre, haciéndola coincidir con el día en que los paganos celebraban la fiesta del nacimiento del Sol, “solis invictus”, ya que antes del cristianismo existieron religiones como el mitraísmo, el mazdeísmo, y  antiguos mitos como los de los dioses Apolo, Helios y algunos otros más antiguos de panteones mesopotámicos y egipcios, que ya celebraban el 25 de diciembre, también en América en culturas como la Maya, Inca, etc…, se celebraron cultos solares en esta época.  Al cristianizar este rito se nos han ocultado todas estas otras celebraciones más arcanas, aunque y como requiere toda fiesta se adornan los hogares y las calles y  se realizan grandes comilonas con la familia y amistades, adoptando hoy en día esta misma  costumbre, costumbre a la que nos aferramos sin pensar en la verdadera celebración.

Y lo del nacimiento de Jesús, eso es otra historia…, pues si hacemos caso al evangelio de Mateo, dice que los pastores dormían al raso con sus ovejas cuando fueron avisados por un ángel de que había nacido el mesías, y esto es totalmente imposible en esa fecha, ya que  en todo Israel y Palestina las temperaturas bajan de los 0 grados y las ovejas están en los rediles…, esto es sólo una muestra de que se quiso representar a Jesús como un dios solar al acoplar esta celebración “pagana” en el calendario cristiano.

Así que yo en particular celebro el cumpleaños del padre Sol, y con esta celebración me siento más unida con la Tierra y más feliz con mis semejantes, ya que no me estoy  auto-engañando ni olvidando a los ancestros, aunque si la Navidad nos hace ser mejores y reflexionar, pues ¡Viva la Navidad!

 

¡Feliz Navidad a todos los habitantes del planeta,

estéis donde estéis y creáis en lo que creáis!

 

Begoña Beneito (Luhema)